Conoce a los traidores

Emilio Steinberg (Supo usar la 99, ahora en mejores manos, ex polifuncional)

Otro que comenzó jugando en la escuelita de Marangoni, donde su cualidad principal era llorar ante cada roce con un rival o ante cada gol recibido. Tiene la peor cualidad que puede tener un jugador para el público. INDIFERENCIA. Nadie lo recuerda ni lo extraña.

Luego siguió jugando fútbol 11 en Hacoaj, dónde nunca nos invitó a ver un partido, porque todos sabíamos que no era titular y todas las historias que contaba de que ganaban y el metía goles eran puras mentiras de un futuro traidor. Como todavía se le tenía un poco de aprecio nosotros le creíamos.

Acá cometimos el peor error en varios años. Llevarlo a jugar al Depor, donde se creía líder del equipo, cuando todos sabíamos que la batuta la manejaban el Huevo, Carlos y Gastón Lois.

En 2006 integró el equipo de la Grande de Muzza, donde inexplicablemente empezó a faltar en partidos claves, como el que le dio el ascenso a la Grande a la C (único ascenso que tuvimos). ¿Pánico escénico ante tanta responsabilidad? Muy probable. No sólo fue un pionero del engaño sino que también arrastró a otros Muzza al exilio, y así terminaron.

En 2007 se dio cuenta que el equipo ya no lo miraba con los mismos ojos. Había una gran interna y tuvo que volver a mentir diciendo que los Sábados no podía jugar y ahora se comenta que los Sábados estudia para reprimir esos deseos de jugar con la camiseta que lo hizo grande.

Esta camada de jugadores que privilegian el estudio antes que la pelota terminan todos igual. En la lona y siendo reconocidos como excremento para la sociedad.

Continuará (Próximo capítulo: Un ex-guardameta, cuyo paradero es desconocido)